miércoles, 7 de mayo de 2008

La Fiesta de la Cruz un Rito Ancestral



EL COLORIDO ATRACTIVO Y
ATRAYENTE DEL TINKU,
SINÓNIMO DE CULTURA

Los primeros días de mayo sin duda alguna, la fiesta de la cruz, conocido como la
Fiesta de Tinku, atrae a propios y extraños;
acontecimiento de gran importancia cultural,
que es practicado por todas las comunidades campesinas
y en especial por la región del norte de potosí




LO QUE SE DEBE SABER SOBRE EL TINKU




El Tinku en su momento es una pelea ritual, es un encuentro ritual entre los descendientes de los pueblos de los grandes Suyus Prehispánicos, de los grandes señoríos, de las grandes naciones Charcas y Kara Kara. Estos últimos, los primeros cien años de la colonia, todavía estaban conformados en un gran señorío que son los Charcas y Kara Kara. Los Charcas tenían un espacio bien definido, tanto en la zona andina como también en la zona de los valles, hasta muy adentro de las tierras de Cochabamba (Totora y Pocona), tierras que eran de cultivo de coca, que eran parte del gran Suyo Chui, y por debajo estaban precisamente los Kara Kara, se habla también de los Suyus o el gran Señorío de los Chichas en Potosí. Tanto los Chichas, Kara Kara, Chuis y Charcas, era el gran territorio de la Confederación llamada CHARCAS. El Tinku se identifica desde Tinguipaya para el norte Potosí, llegando hasta las actuales provincias de Bolívar, Arque y Tapacari de Cochabamba. Es que todo ese territorio precisamente, estaba comprendido como jurisdicción de los Charcas, el norte, el sur y toda la provincia Chayanta hasta la parte central de la Provincia Tomas Frías (ambas de Potosí).
Llamados guerreros a los del Tinku, los Jula Jula, los Huengui y aquellos que vayan vertiendo la sangre ofreciendo como pago, precisamente por un año venturoso para la producción agrícola.



Las explicaciones sobre este ritual pueden verse desde diferentes puntos de vista, inclusive son especulaciones antropológicas, como por ejemplo que un muerto es una ofrenda premeditada para la Pachamama, y no es tanto así. Puede ser que un muerto haya surgido precisamente, como resultado de algunos excesos que se tiene en estos Tinkus. Pero, la sangre que es involuntaria, la sangre que al pelear surge de las narices, de las manos, de la cara, eso es una ofrenda involuntaria hacia la Pachamama. La religión católica también ha ofrecido sacrificios, tal es el caso de Isaac hijo de Habraham, como lo hacemos aun ofreciendo el sacrificio de la hostia en las misas. Entonces esto conlleva a una forma de sacrificio hacia la Pachamama, ofrendada para que los comunarios o los que participan de este ritual o encuentro puedan tener una mejor cosecha en el próximo año, así también como pago por una buena cosecha que hayan recibido.


EL TINKU: ENCUENTRO DE LOS GUERREROS CHARKAS


Después del desmembramiento de la cultura Aymara de Tiwanaku, los Charkas y Q’hara Q’hara eran parte de una unidad sociocultural muy importante en los Andes Meridionales, como señoríos (SUYUS), al igual que los Chui y Chichas cuya sede de Autoridades, Centro Ceremonial y ritual se encontraba en el pueblo de Sakaka del Suyu Charka.

Los señorío de los Chui ocupaban en las provincias occidentales y del sur de Cochabamba, en cambio los Charkas ocupaban las actuales provincias de Alonso de Ibáñez, Bilbao Rioja, Charcas y Rafael Bustillo, teniendo alguna conexión con las provincias de Mizque y Campero (Cochabamba). Y por su parte el señorío Q’hara Q’hara ocupaban las provincias actuales de Chayanta, José Ma. Linares y Tomas Frías, hasta las minas de Porco. Los Chichas asentados en las actuales provincias Nor Chichas, Sur Chichas y Modesto Omiste (Potosí).

El Tinku, encuentro de los guerreros Charka, queda como una pelea ritual de los pueblos descendientes de los Charka y Qhara Qhara, recreando su espacio cósmico y religioso buscando en todo momento la complementariedad de los Suyus y sus Sayas de arriba (alaxsaya) con los de
abajo (manqhasaya), identificándose a través del tiempo como una unidad sociocultural, ahora comprendida como ayllus y originarios del Norte de Potosí.

Los Ayllus y Originarios del Norte Potosí, guerreros descendientes de los Charka y Qhara Qhara, acuden cada año a las antiguas poblaciones de reducción y otros pueblos Santuario donde están sus Wakas ancestrales con el objeto de rendir culto a su “patrón del encuentro, la guerra, la fecundación y la abundancia: el Tata Wila Kruz”. Acuden a rendir tributo y presentar su gratitud por los favores recibidos en las cosechas, especialmente de la papa, después de haber recogido este fruto de las entrañas de la Pachamama y también la de ofrecer tributo por las próximas cosechas. Estos pueblos en la Provincia Chayanta el Tinku se realizan en los pueblos de Macha y Maragua( Colquechaca), Pocoata y Ocurí en la Provincia Rafael Bustillo son: Chayanta, Aymaya y
Panakachi; en la Provincia Alonso de Ibáñez acuden a los pueblos de Karipuyu y Sakaka; en la Provincia Charcas se concentran para el Tinku en los pueblos de Toracari, Moscar y Toro Toro, en la Provincia San Pedro de Buena Vista, Karasi y Mik’ani; en la Provincia B. Bilbao Rioja en el pueblo de Acasio.


LA ESENCIA DEL TINKU


Según el cronista de la época colonial Ludovico Bertonio, en su vocabulario sobre la lengua Aymara de 1612, define la palabra “Tincutha” como “encuentro de Ejércitos o bandos contrarios en la guerra”.

En este sentido el Tinku, se interpreta actualmente como el encuentro ritual de dos parcialidades contrapuestas (arriba y abajo) y complementarias de una unidad socio cultural o Ayllu mayor. Encuentro o pelea ritual en el que se consigue recrear y fortalecer la unidad de identidad del grupo social en ocasión de rendir culto al Tata Wila Kruz. Costumbre asociada posiblemente a la constelación de la Cruz del Sur denominada Chakata en tiempos prehispánicos. Para esta fecha cambia de posición con los brazos menores de norte a sur, los amawtas pronosticaban por esta posición las condiciones del siguiente año agrícola.

Es así, que el Tinku es un rito a la fertilidad de la Pachamama y los cerros sagrados “cumbreras”, es un procesos de ritos y ceremonias donde se ch’alla para los productos agrícolas (llallawas), los
animales domésticos (t’ikas) y el territorio sagrado (Pachamama) que cobija y permite la vida de plantas, animales y seres humanos, son ceremonias en las que ofrenda desde platos rituales hasta simplemente unas hojas de coca y gotas de alcohol como agradecimiento o rogativos por permitir gozar y aprovechar de los recursos que guarda en sus entrañas y que los ofrece de acuerdo a la relación de reciprocidad que tiene con el hombre.

Es ritual, según varios Yatiris (sabios) decían: “Consultábamos antes a nuestras cumbreras a nuestros cerros sagrados, como nos va ir en el Tinku”, -tal es el caso de la provincia Chayanta-. Y que según los Yatiris, los cerros conversaban con los ellos para ver como y en que condiciones van a volver del Tinku, vencedores, vencidos o en iguales condiciones. Entonces de esta manera ofrecían platos rituales noches antes para ir al Tinku.
El Tinku es también el rito a la virilidad simbolizada en los cerros “cumbreras cabeza”, en los Juturis o Q’ala Yoqallas (espíritus masculinos que simbolizan el dominio y supremacía de los hombres de la comunidad, del ayllu, sobre las comunidades y ayllus complementarios), es también el encuentro, el compartir de los cerros y Juturis representados por los varones de la comunidad amparada por estos cerros. No se como los conocen aquí en Chayanta y aquí en macha a estas deidades, pero allá en el norte, estos Juturis y estos Q’ala Yoqallas, inclusive son físicamente reconocibles, por algunas rocas que están en sitios sagrados. Una pequeña anécdota: en una comunidad, donde ya estaban olvidado el Tinku, empezó a moverse el Q’ala Yoqalla, el Juturi, molestando especialmente a los jóvenes solteras, antes de las fiestas. Lo que hicieron era volarle con dinamita y han hecho una ch’alla tremenda y desde entonces según ellos ya no molesta este Juturi a la comunidad.

El Wayli es el grupo organizado en la comunidades para tocar la Jula Jula, las cañas que al ser sopladas emiten ese sonido característico en un ritmo marcial y ceremonial en al misión de escoltar al Tata Wila Kruz, al pueblo santuario dirigido por el “mayora”, personaje que esta encargado de la conducción y la moral del grupo, por lo que merece todo respeto en el tiempo que
dura la fiesta; desde el inicio en la comunidad, la peregrinación al pueblo santuario, el tinku, hasta el regreso a las comunidad.
A la tropa de jula julas o wayli acompañan las mit’anis, jóvenes solteras que llevan las wiphalas, anderas del grupo, manejadas al son del ritmo de la jula jula, acompañan el primer hombre, al guía elegido por sus condiciones físicas y valor durante la pelea.
En su ingreso a la población primero se organizan en Qutu (conjunto o grupo compacto) para mostrar la fuerza del grupo que se enfrentara a su oponente eventual de la parcialidad complementaria. En las esquinas se forman la Muyuwayra, simbolizando el espacio que ocupan en el ayllu y la unidad socio cultural en este caso de los ayllus de Chayanta. Para luego ingresar en Link’u, simbolizando la cantidad de guerreros que ocupan los caminos que les ha tocado seguir hasta llegar a su centro ceremonial y recreando los caminos recorridos desde la comunidad al centro ceremonial, en la puerta de la iglesia se toca la copla, un ritmo diferente para rendir honores y pleitesía al santo de su devoción o al centro ceremonial y festivo.
Después de acompañar a “escuchar la misa”, se presentan en la cancha para invitar a su oponente de igual contextura física y edad a “jugar un momento” en una invitación muy cordial, “Phuqllarina, Yachanakuna, Riqsinakuna”; “Jugaremos un momento, veamos quien es el mejor, nos conoceremos por nuestras fuerzas”.
Los golpes que se intercambian en la cancha durante el encuentro al pie del Torre Mallku (símbolo de virilidad), simbolizan la complementariedad de sus territorios sagrados, el valor de sus ayllus, la virilidad de sus hombres y en su ofrenda de valor con el elemento vital de la sangre a la Pachamama, a la vocación productiva y tenencia de recursos naturales de sus territorios. De estos bailes se origina la danza del Tinku tan difundida en las fiestas folklóricas del Carnaval de Oruro , Gran Poder de la Paz, el Corso de Cochabamba y las fiestas patronales del Norte de Potosí como Macha, Pocoata, Uncía, Llallagua, Ocuri, etc.
En conclusión, el Tinku y la danza folklórica que se ha originado en la danza guerrera, son manifestaciones culturales exclusivas de los descendientes de los Suyus (naciones o señoríos) Charka y Qhara Qhara. Actualmente en las provincias Chayanta, Alonso de Ibáñez, B. Bilbao Rioja, Charcas y Bustillo.

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